Juan Martínez de Marcilla no cayó muerto porque Isabel de Segura se hubiera casado en su larga ausencia y se negara a darle un beso. Tampoco la joven cayó desplomada sobre el cadáver del caballero cuando en su funeral le mostró finalmente su amor.
Juan Martínez de Marcilla no cayó muerto porque Isabel de Segura se hubiera casado en su larga ausencia y se negara a darle un beso. Tampoco la joven cayó desplomada sobre el cadáver del caballero cuando en su funeral le mostró finalmente su amor.