Hoy hablamos del infame rey español que traicionó a su pueblo y pidió ser hijo adoptivo de Napoleón, Fernando IV «el deseado». El 11 de diciembre de 1813 el «Pequeño corso» devolvió el trono al monarca que le había entregado el país en bandeja junto a Carlos IV.
«Su Majestad el rey Carlos […] ha resuelto ceder, como cede por el presente, todos sus derechos sobre el trono de España y de las Indias a Su Majestad el emperador«. Con estas palabras fue con las que, en 1808, Carlos IV otorgó a Napoleón el trono de España. Decisión a la que posteriormente se unió también su hijo Fernando, un «lamebotas».