El valle de Chiana, en el sur de Toscana, vivió su época de mayor esplendor bajo los etruscos, que fueron los primeros en cultivar sus tierras de forma intensiva siete siglos antes de nuestra era. Hoy es conocido en toda Italia por sus ‘chiarinas’, unas vacas enormes completamente blancas que se mueven por sus colinas como fantasmas. Solo se crían en ese valle y habitan en él desde la Antigüedad.