La hemofilia ha sido un problema en algunas casas reales. Alfonso XIII, abuelo de Juan Carlos I de Borbón, se casó con Victoria Eugenia, nieta de la reina Victoria, a quién se le atribuye haber introducido la hemofilia, entonces llamada «piel fina», en la realeza española. Tuvieron dos hijos enfermos de hemofilia y cuatro hijos sanos, entre ellos el padre del actual rey de España.
Pero si hablamos de hemofílicos famosos, el más conocido fue Alexis Románov, hijo de Nicolás II, último Zar de Rusia. De su dolencia se ocupó Rasputín, con sus «métodos curativos». ¿Qué secretos esconde esta enfermedad? ¡Averígualo en Enigma Express!