Las Murallas de Jerusalén, tal como la conocemos hoy, es uno de los símbolos más reconocibles de la ciudad. Rodea la Ciudad Vieja y fue construida en el siglo XVI por orden del sultán Solimán el Magnífico, del Imperio Otomano. Aunque Jerusalén ha tenido murallas desde la antigüedad, las actuales son una reconstrucción completa de la época otomana.
Las murallas se extiende a lo largo de casi 4 kilómetros y medio, con un promedio de 12 metros de altura. Está reforzada por 34 torres y atravesada por 8 puertas, cada una con su propia historia. Entre las más conocidas están la Puerta de Jaffa, la Puerta de Damasco, la Puerta de los Leones y la Puerta Dorada, esta última sellada desde hace siglos y rodeada de tradición y misterio.
Además de su valor arquitectónico, la murallas son símbolo de la compleja historia religiosa y cultural de Jerusalén. Delimita los cuatro barrios históricos —el judío, el musulmán, el cristiano y el armenio— y es escenario diario de peregrinaciones, rituales y encuentros entre culturas.
Hoy, las Murallas de Jerusalén no son solo un monumento histórico, sino también un punto clave para entender cómo esta ciudad milenaria ha conservado su identidad a través de los siglos.
Hablamos con nuestro colaborar Shai Semer de este interesante tema.
Las murallas de Jerusalén a través del tiempo – Radio Encuentro
